El mijo común, junto con el trigo y la cebada, es uno de los cultivos más antiguos. Proviene de China, Asia Oriental e India. En sí mismo, el mijo, como el resto de cereales, es rico en hidratos de carbono, que gracias a su liberación progresiva nos saturan durante mucho tiempo. El mijo no contiene gluten, por lo que es una planta popular entre los celíacos.